Otra manifestación más, aunque está más dura que la anterior a la que fuimos. En la anterior los soldados sen mantuvieron alejados, pero en esta ocasión andaban por las calles y como no, lanzando botes de humo y bolas de goma. La verdad es que pese a todo, la situación no era demasiado “chunga”, la gente se podía mover con bastante libertad, y la presencia de internacionales suavizó bastante la intervención del ejército.

Por otra parte ha sido un día curioso, anoche, teníamos previsto dormir en un albergue, pero nos encontramos con un checkpoint cerrado y no pudimos ir a la ciudad donde se realizaría la manifestación y tampoco volver a Ramallah con lo que nos tuvimos que quedar en Nablus a dormir. Por la mañana tempranito vamos a para la manifestación y nos encontramos con un control que prohíbe la entrada a internacionales… bueno nos quedamos como una hora en el control hasta que aparece de la nada un taxista muy habilidoso que con discreción consigue meternos dentro de la localidad. La salida no ha sido menos divertida, nos encontramos con dos chicos españoles que también iban para Ramallah, y juntos empezamos a buscar un “service” (son como microbuses) la cosa es que encontramos uno por el camino pero iba casi lleno y la única solución era que tres de nosotros viajáramos en el maletero trasero. Vamos que todo una experiencia.