Pequeños placeres

Cuando uno se sale de su rutina habitual, en ocasiones resulta molesto tener que adaptarse a nuevas formas vivir. En esta ocasión no iba ser diferente y aun más si viajas con un presupuesto algo ajustado que te limita los caprichos. Pero al menos estoy aprendiendo a disfrutar de pequeños placeres: desayunar en la desaliñada terraza del hostal con unas vistas al pintoresco barrio viejo de Tel Aviv, comer un bocadillo de queso con una especie de mortadela que venden aquí, tomarme una coca-cola, y sobretodo hacer fotos en contrapicado de paredes de edicificios y sus sentado en unas rocas enfrente de la playa y hacer fotos contrapicadas a paredes con tuberías. La verdad es que no se porque, pero es algo que me gusta hacer sobretodo si los edificios son viejos y tienen las tuberias y los cables del tendido electrico puestos de cualquier manera.

Porcierto, si os estais preguntando que hemos hecho hoy pues nada, basicamente hemos terminado de recorrer Tel Aviv y tomar un monton de fotos utiles para los proyectos que tenemos pensados y por cierto, me he zampado un pedazo kebab para cenar que estaba riquisimo. Esto si que es un kebab y no lo que venden en España.

Para terminar os dejo una foto de una pared con una tubería que he hecho hoy.